El hecho de que Google Chrome sea fuente abierta y, por tanto, también lo sea el nuevo motor Google V8 desarrollado sobre C++ implica que es cuestión de tiempo que aparezcan soluciones de servidor de aplicaciones como PHP, Python o Ruby pero teniendo como lenguaje de desarrollo a Javascript. Un Javascript bastante optimizado que puede comerse un bocado del pastel que hay al otro lado del navegador.

Hasta hoy, muy pocas plataformas como Helma han tenido una cierta notoriedad con ese lenguaje y a ese lado de la conexión. Google Chrome va a traer muchos cambios a muchas cosas, sustituyendo al sistema operativo como ya apuntan muchos. Es previsible que Google continúe publicando programas que, funcionando en el navegador, sustituyan a las aplicaciones más comunes con las que realizamos tareas cotidianas: editores de texto, entornos de desarrollo, edición gráfica y vectorial, visores de imágenes, reproductores multimedia y, en definitiva, todo aquello que hasta ahora se ha considerado terreno exclusivo del escritorio.

En cualquier caso, tendría gracia que Javascript, el lenguaje de la web, ninguneado durante años y considerado un juguete por muchos (en buena parte por culpa de las pésimas implementaciones del DOM del navegador), empezase, merecidamente, a desvincularse del navegador (y del DOM) y a hablar de tú a tú a los (cada vez menos) omnipresentes Java, Visual Basic o C++.

Y ya puestos, ¿por qué no hay una versión de Google App Engine con V8 como motor?